La idea de un trabajo de este tipo me venía dando vueltas
hace muchos años, pero distintas prioridades habían impedido abordar la
sistematización de los registros sobre historias familiares, que he venido
recopilando en forma metódica, al menos durante los últimos cinco años. A
mediados del 2010, en una larga conversación con Cecilia Zúñiga sobre viejas y
nuevas historias familiares, me instó a iniciar esta línea de investigaciones
con la semblanza de su padre.
Acerca de historias familiares tengo dos recuerdos de
infancia que me rondarían el resto de la vida. La historia que mi bisabuelo
materno, don Fidel Jara Toledo, me contó tantas veces en los largos inviernos
de Villarrica a fines de los 60’. Su primera salida lejos del hogar -o, más
bien, como corrigió mi padre muchísimos años más tarde- la primera vez que se
fugó de casa. Hacia 1910, Fidel de unos 12 años, viajó con una caravana de
comerciantes, traficantes y arrieros, desde La Araucanía hasta algún poblado
argentino en la costa atlántica. En la caravana iba un baqueano que se
adelantaba a acomodar el campamento. Recogía bosta seca para hacer fuego y ya
convertido en una fogata respetable, preparaba un “asado argentino”. En mi
mente de niño se quedaron grabadas las imágenes de esos campamentos, con
detalles que se iban agregando con cada versión que me relataba el bisabuelo.
Las canciones gauchas, las risas, los cuentos de miedo y el olor de la carne
asada en la inmensidad de la pampa.
Un segundo recuerdo, instalado tal vez un poco antes,
siendo más pequeño. Mi tía Ramona Guíñez Coke, tal vez en la casa de calle
“Matta” en Temuco, me contaba la
historia de su travesía a Panguipulli
en 1929 y el extravío de uno de mis tíos paternos. Esas imágenes de lluvia,
viento y bosques junto con el esfuerzo infantil de imaginarme a esa tía mayor
siendo una niña, se quedaron grabados en mis recuerdos de niño. Y un poco más adelante,
tal vez a inicios de los 70’, la tía en algunas de sus cocinas, entre el pan y
la sopa, explicándome por enésima vez los enredos familiares.
Esos recuerdos rememorados y conversados infinidad de
veces constituyen mi primera aproximación a las historias familiares. Demasiados
años después ordeno y sistematizo registros con relatos familiares, instalados
en esa perspectiva que me dieron los cuentos de Ramona y Fidel. Entre las dudas
y el pudor de observar algo demasiado cercano, o de sugerir alguno de los
secretos que se guardaron entre la media voz y el silencio, abordo aquí una
narración que quizás debió haber sido más literaria que histórica, más
emocional que investigativa.
En este libro expongo los resultados de una investigación
sobre la biografía del empresario Ítalo Raúl Zúñiga Astudillo, realizada siguiendo
parámetros metodológicos propios de la Historia oral. Esto marca una diferencia
con otro tipo de biografías efectuadas desde la literatura, el periodismo o
incluso desde la propia Historia. Esta no es una novela ni un libro de
personajes. La diferencia está en la subordinación del escrito a los registros
obtenidos con informantes calificados.
El relato construido intenta rescatar la figura de Ítalo
desde una perspectiva historiográfica, para ello observamos su vida en una
temporalidad mayor, desde inicios del siglo XIX hasta principios del siglo XXI.
Ítalo Raúl, hijo de José Eloy Zúñiga y de Rosa Astudillo; nieto de Wenceslao
Zúñiga Olave y Dolores Chávez Arriagada; bisnieto de Pedro Antonio Zúñiga y
Martina Olave Saldía; tataranieto de Tránsito Zúñiga. Debido a la fragilidad de
la memoria sobre la línea materna, privilegiamos la línea paterna. Tal vez por
un sesgo patriarcal descubrimos, para este caso, que los relatos sobre las
mujeres son aún más incompletos que los de los varones.
Mi hipótesis de trabajo es que existe una continuidad
económica que nos marca una transición artesano-industrial durante, al menos, cinco
generaciones (Pedro, Wenceslao, Eloy, Ítalo y Marcelo), con los
correspondientes co-relatos culturales. Desde Pedro, al que suponemos poseedor
de un oficio, hasta la generación actual con marcados rasgos de burguesía
industrial. Consideramos, (pese a la falta de investigación sobre el tema) que a
diferencia de la zona central, ésta no sería una situación aislada en el sur de
Chile. Este escrito se aproxima a ese itinerario.
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